viernes, 9 de noviembre de 2007

Aspectos a considerar

ALGUNOS ASPECTOS A CONSIDERAR EN LA ELABORACIÓN DE UNA PRUEBA OBJETIVA SON:

1. La selección de los contenidos
2. La redacción de las preguntas o ítems
3. La corrección y puntuación
4. Presentación de la misma.

1.- Selección de contenidos de la prueba

En la selección de los contenidos, todos los que resulten relevantes en relación al dominio a medir deben de estar especificados de forma operativa y referidos a los objetivos buscados así como acorde a las capacidades de los estudiantes. Se debe de establecer el nivel en que serán medidos esos contenidos así como el peso que tendrán en relación al conjunto de la prueba. Para ello se elabora una tabla de especificaciones que consiste en una tabla de doble entrada que indica los contenidos y competencias (destrezas que se ponen en juego ante el planteo de situaciones nuevas) en las columnas y filas correspondientes (Soubirón y Camarano; 2006: 3).

2.- Redacción de la prueba

Antes de considerar la forma de redacción propiamente dicha, conviene aclarar que se entiende por pregunta. Mateo (2000:74) establece “suele entenderse por pregunta una declaración, asunto o tema sobre el que se va a trabajar.” También puede utilizarse el término ítem que puede expresarse no solo en forma interrogativa, como la pregunta, sino que puede ser una afirmación, una instrucción que se le da al estudiante, una orden para realizar una tarea, etc.

Algunas características de los ítems:

Ø Deben ceñirse a las competencias y contenidos preestablecidos en la tabla de especificaciones.
Ø Deben ser independientes entre sí y exhaustivos en cuanto a la información necesaria para su resolución.
Ø La respuesta de un ítem no puede ni debe ser condición para la resolución de ninguno de los siguientes ítems.
Ø No deben de incluir nombres de ficción o marcas de productos usados en los medios masivos de comunicación.
Ø En una prueba deben de plantearse ítems de diversos grados de dificultad. El ítem consta de una base o raíz expresada en forma aseverativa o interrogativa, que presenta la situación problema y una serie de alternativas de respuesta. Una o varias de estas alternativas, van a ser las correctas (clave/s).

Con relación a la base o raíz la misma debe cumplir con ciertas características tales como:

v Claridad, brevedad e inteligibilidad.
v Ser escrita en lenguaje directo y comprensible para el que va a responder.
v Referirse a un solo contenido.
v Ser expresada, de preferencia, en modo positivo.
v Cuando impliquen la inclusión de información textual, la misma se debe de encomillar y acompañar de la referencia a la fuente para verificar su fidelidad
(Soubirón y Camarano; 2006: 5).

3.- Corrección y puntuación de las pruebas.

En relación a la corrección y puntuación de las pruebas, el valor asignado a cada ítem, debe dar cuenta del aporte del mismo a la prueba total.
En el caso de máxima homogeneidad de la prueba, se le aplicará un punto a cada ítem o igual puntuación a cada uno. En este caso la suma de las puntuaciones parciales es la denominada “puntuación directa”. No debe dejar considerarse la aleatoriedad en las respuestas de éste tipo de pruebas, esa probabilidad de acierto es proporcional al número de opciones de respuesta. Muñiz (1994) plantea una posibilidad de compensación a este problema desde un punto de vista matemático, aplicando a la puntuación directa, un factor de corrección según la siguiente fórmula:
Puntuación corregida = A - E / (n-1)
Donde A representa el número de respuestas acertadas (puntuación directa) “E” es el número de respuestas erradas “n” es el número de alternativas de respuesta en cada ítem.
Para que esta fórmula sea aplicable a la corrección por azar, se deben de cumplir determinados supuestos:
- Los aciertos se deben a que los sujetos saben las respuestas o que contestan al azar, acertando.
- Los errores provienen de que los sujetos desconocen la respuesta y contestan al azar, fallando.
- Cuando los sujetos desconocen la respuesta y contestan al azar, todas las alternativas del ítem son equiprobables.
Hay quienes discrepan con la corrección del puntaje aludiendo que el alumno se inhibe al responder si sabe que será penalizado por errar, prefiriendo no responder antes que equivocarse.
Para otros, este factor contribuye a una mayor equidad pues para quien no domina la asignatura hay un “plus” por probabilidad que se ve muy disminuido en quien sí conoce los contenidos a evaluar y de entrada descarta ciertos distractores.
En cualquier caso siempre se debe de informar, antes de la aplicación de la prueba, a los estudiantes, si se penalizará el error o no pues esto puede ser determinante en el criterio a seguir en las respuestas (Soubirón y Camarano; 2006: 16).

4.- Presentación de la prueba

En relación a la presentación de la prueba deben considerarse aspectos tales como:
• Instrucciones para su realización
• Formato de las preguntas
• Formato de las respuestas
En las instrucciones se deben especificar aspectos tales como: la presentación de la pregunta (por ejemplo elija una de las cuatro opciones presentadas) o de la respuesta (por ejemplo marque con una cruz o califique con un número de 1 a 5), la duración de la aplicación (ej. Ud. dispondrá de 45 minutos para la respuesta a las siguientes preguntas) o el rigor en las expresiones que pautan el tipo de respuesta a dar. Las preguntas y las respuestas pueden presentarse en un mismo formato o por separado, siendo más sencilla la respuesta en el primer caso (Soubirón y Camarano; 2006: 17).

Resumiendo: ¿Qué pasos implica el diseño de una prueba objetiva?

• Desarrollar un marco teórico de referencia acerca de cómo se concibe la evaluación (si es equivalente a medición, si es parte del proceso de aprendizaje, si apunta a la comprensión, etc.). Asimismo se debe predeterminar el contenido a evaluar, por ejemplo si se evaluarán metas propuestas, logros a determinado plazo, desarrollo de ciertas competencias, diferentes tipos de contenidos enseñados, entre otras muchas posibilidades.
• Elaborar una tabla de especificaciones adecuada a la prueba a construir.
• Realizar una primera aproximación a la prueba a proponer, sin respuestas de alternativa.
• Aplicarla a una muestra de público equivalente al destinatario (primer pilotaje) y analizar los problemas de los “respondentes” durante la realización de la prueba.
• Analizar las respuestas obtenidas, clasificándolas en: correctas, parcialmente correctas e incorrectas.
• Reestructurar la prueba considerando los tipos de respuesta obtenidas y los procesos desempeñados por los “respondentes”.
• Plantear las alternativas de respuestas posibles elaborando los distractores a partir de los errores cometidos en la prueba piloto (ver cuadro perfil del ítem).
• Establecer el nivel de dificultad de las respuestas, ejemplo difícil, medio y fácil a partir del análisis de los índices de dificultad, índice de discriminación, etcétera, de los diferentes ítems (ver definiciones más adelante).
• Solicitar la revisión por parte de otros técnicos de las posibles actividades y alternativas de respuestas planteadas.
• Organizar varias formas de pruebas preliminares usando las actividades diseñadas.
• Validar las actividades planteadas en las pruebas, aplicándolas a un público suficientemente grande así como validarlas pedagógicamente a partir del juicio de expertos en el área (segundo pilotaje).
• Elaborar la versión final de la prueba considerando los ajustes que surjan de la estadística y de los expertos, en caso que se vaya a aplicar masivamente, por ejemplo una prueba nacional de evaluación.
• La puntuación de la prueba debe ser previamente estandarizada para conocer el nivel de competencia de los “respondentes” en forma estadísticamente significativa.

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